lunes, 2 de mayo de 2011

No Doctorado

E de reconocer  que aun no teniendo doctorado alguno relacionado con estas, no por ello dejo de hacer ciertas carreras con letras. De hecho no dejo de correr detrás de ellas, e incluso delante empujando ese útil el cual segrega esa materia de color llamada tinta. A de tenerse en cuenta que mi licenciatura queda ya como bastante lejana acaecida allá por la década de los sesenta  en las reales estancias del aire. Porque eran reales puesto que cuando me acerque a aquellos trastos metálicos como cuales pájaros voladores, bien pude comprobar que eran de verdad  y no de mentira. Puesto que en su panza se insertaban pilotos para ser tripulados, y aún a pesar de ser yo de tal milicia, jamás me dieron oportunidad de subirme a ninguno de  ellos. Tampoco me sentí frustrado por ello. Pero volviendo a la introducción de este contenido, yo soy quien de perder el culo por servir a las letras. Sí, es como una enfermedad incurable, las cuales me dan pocas satisfacciones, pero por veces me tienen fuera de ese acomodo, luchando con personajes ficticios y de invención propia que me hacen perder el sueño en ocasiones. Por tanto no tengo remedio. A unos les gusta el juego, el fútbol, el tute, las codornices o la misma caza. Pero yo insisto en ello. Así que seguiré jugando con las letras, ahora de lo que estoy completamente seguro es  que jamás me tocara nada con ellas, puesto que no es un juego de azar si no de constancia y persistencia que no me conduce a nada. Pero es que yo debo de ser un raro espécimen.